martes, 10 de septiembre de 2019

Apariencia Mujeres Versus Hombres :¿A quién le importa más?



La moda. Uno de mis placeres culpables y a mucha honra. Es que la ropa, accesorios, carteras, zapatos y perfumes son mi mayor vicio después del maldito pero relajante cigarrillo. No es de extrañar, pensarán ustedes hombres, pues soy mujer. Pero no se hagan, si cada vez es más común ver en las calles a los de su raza combinados de pies a cabeza. Los tiempos han cambiado y quienes antes aseguraban que sólo los homosexuales tenían gusto para vestirse, hoy se demoran más en arreglarse que nosotras mismas. ¿No será mucho?
   Atrás quedaron esos años en los que las mujeres tardábamos horas en ponernos bellas para nosotras, primero que todo, y ¿por qué no decirlo?, para ustedes, autodenominados “sexo fuerte”. ¿Y para qué?, si nunca se daban cuenta de los cambios de pelo o de imagen que nos hacíamos. 
Hoy, las cartas se han invertido y son ustedes quienes se han vuelto infinitamente más vanidosos que nosotras: gel de ducha, vaselina para el cabello, manicure y hasta cremas de peinado usan los perlas. Y así dicen que las mujeres nos demoramos tanto en “echarnos una manito de gato” para quedar iguales. ¿Es que acaso ustedes creen que por estar en el baño dos horas vamos a notar la diferencia? Pues no, con sólo sentirlos bañaditos y perfumaditos es suficiente. ¿Quiénes son los complicados ahora? 
Por lo menos las mujeres tenemos la salvedad de la bendita existencia del maquillaje, así que perfectamente podemos pasar por gatos negros en la noche. Eso sí, no está demás comentar que algunos de ustedes “Adanes”, también acuden a la brocha y el encrespador en algunas ocasiones y no me refiero sólo a los afeminados del mundo gay, por cierto. No lo nieguen, se nota.
Y por si esto fuera poco, resulta que depilarse ya no es sólo costumbre de los deportistas como nadadores, por ejemplo, o los aceitosos vedettos, sino que también han adoptado esta “medida de embellecimiento” ustedes hombres. Todos unos “machos alfa”. ¿Qué tal?
Claro que la mayoría jamás se va a someter a tan cruda experiencia como es la asesina cera depilatoria, no señor, a pura “presto barba” nomás. Si es obvio que su fisonomía no está preparada para soportar los terribles dolores por los que debemos pasar nosotras porque, es de saber, que estamos destinadas a pagar las culpas de nuestra ancestro Eva por morder la fruta prohibida, la manzana del pecado. ¿Qué injusta la vida no?
No se molesten queridos lectores, esto no se trata de una crítica, en verdad  no pienso que esté mal que inviertan grandes sumas de dinero en gimnasios, ropa y zapatos de grandes marcas, e incluso, en cremitas para el rostro y el cuerpo. Es más, creo que es genial que se den el tiempo de preocuparse de su apariencia como nosotras. Lo que sí me parece “to much” es lo que cuento anteriormente: no pueden tardar más que nosotras en el baño. No es posible que se miren en cada vitrina cuando vamos con ustedes de paseo, no es sexy, ¡en serio! Se supone que en esta guerra de los sexos ustedes son los “fuertes”, los rudos, los machos peludos, los que sudan la gota gorda, y a nosotras nos corresponde ser las dulces y frágiles princesas. Si quisiéramos un hombre que se arregle más que nosotras, ¿no consideraríamos acaso para ello irnos al otro bando? ¿Mirarnos al espejo y gustarnos entre nosotras mismas? Piénsenlo y considérenlo. No está demás.

1 comentario:

  1. Con una rica ducha, un buen desodorante, las manos limpias con uñas cortas y los dientes limpios creo que es suficiente....

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